No es la primera vez ni tampoco será la última que Mari Sol Pérez Guevara nos sorprende con una publicación de versos llenos de espiritualidad, aquellos que nacen de fuentes cristalinas, inspiradas en lo más profundo del corazón.
Tuvimos la bendición de recibir en nuestra sede, en una inolvidable sesión de oración, poesía y música, la anterior publicación de Mari Sol: Inesperada Luz, presentada por la propia autora .
En esta ocasión, Mari Sol nos sorprende con la traducción al castellano de los poemas del monje francés benedictino Guilles Braudry, que en estrecho contacto con la traductora, ha conseguido trasladar a nuestra lengua la musicalidad y la belleza de unos versos que expresan lo inenarrable.
El poeta, como tantos místicos, intenta en sus versos expresar lo inexpresable, mediante fórmulas, símbolos y silencios que permiten, de algún modo, que a través del ellos resuene aquello que está más allá de las palabras. Trasladar los matices de su significado en otra lengua es una labor que sólo un alma inspirada por ese toque silencioso puede llevar a cabo.
La poesía de Guilles se escucha, no se lee, en los susurros que se esconden y sorprenden entre dos palabras, dejándonos allí perdidos, asomados a un infinito, allá donde la fuente mana y corre, retenidos a veces sin poder continuar al siguiente verso, sólo contemplando, escuchando el sonido silencioso de una verdad que supera nuestra razón.
Te revelas
velándote
y te escondes
manifestándote
Inmensidad
íntima
Tú existes tan alto
y nosotros
tan débilmente
vivimos.
Permanece en Vela, publicado por la editorial Monte Carmelo, será presentado el próximo 2 de noviembre a las 19 horas en O_LUMEN C/Claudio Coello 141, Madrid, con introducción de la propia Mari Sol y con acompañamiento de música de piano y danza.