Crónicas desde Ucrania en el corazón y la súplica por la paz. Primera parte: 14 de julio.

General de los Carmelitas Descalzos Fr. Miguel Márquez

A las 8 de la mañana he llegado al aeropuerto de Cracovia. Me esperan Tadeusz, provincial de la Provincia de Cracovia, y Paweł, un fraile que está destinado en estos días a Berdichev para reforzar la comunidad. 

Llegamos a PRZEMYSL, ciudad de la frontera con Ucrania a las 10.30 am. Dicen que es una de las ciudades más bellas de Polonia. En 1800 los austriacos han hecho de esta ciudad una fortaleza para defenderse de Rusia. En esa época no existía Polonia. 

Comemos a las 11.00 h. Con los acogedores hermanos de esta comunidad. 

Salimos hacia la frontera a las 12.00. Son 8 kilómetros. Nos acerca Karol de la comunidad de Przemysl, al puesto de la frontera. Ya no hay ONGs y puestos para acoger a los refugiados. Es un camino despejado que conduce a los puestos de Polonia y luego Ucrania. Mucha tranquilidad en ambos lados. Unas cien personas esperan para entrar a Ucrania y otras tantas para salir de Ucrania. 

Infinidad de camiones esperan para pasar la frontera. Incluso, esperan dias. 

A ls 12.43 atravesamos la frontera de Ucrania. Sin problemas.

12.50 nos encontramos con Rafał Myszkowski del otro lado. 

Y emprendemos camino. Son siete horas de viaje hasta Berdichev. Esta mañana, Rafał hizo ya el trayecto de venida. 

A la media hora pasamos por Lviv. Que fue bombardeada el día que salía yo de Ucrania la última vez. Y me dicen que han bombardeado de nuevo hace unos días. 

A las 17.50 paramos en La Casa del cazador. Un lugar de madera original y rústico. 

Llegamos a Berdichev a las 22.05 ya de noche. La emoción del encuentro con los hermanos Vitali y Paweł. Y la visita a la Virgen en su Santuario nacional. Las hermanas preparan las flores para la fiesta de mañana. Preciosa está la iglesia. 

El día ha sido agotador, intenso y gozoso. Hay que descansar. Mañana nos espera un programa muy fuerte en la víspera de la fiesta grande de Berdichev.