Acerca de su obra

San Juan de la Cruz comienza tarde a escribir, termina pronto y lo hace en ratos perdidos, está claro que para él escribir era una labor secundaria y marginal, que toma por un intento burdo, tosco e inútil de describir el encuentro místico con el Amado. Dos de sus obras principales: Noche Oscura y Subida del Monte Carmelo están sin terminar: Los comentarios en prosa que tratan de explicar el inexplicable relato poético del encuentro amoroso, acaban bruscamente como invitándonos a que el silencio y la oración nos lo terminen de aclarar.

San Juan de la Cruz es una referencia universal por su prosa y sus versos, lleva al extremo los recursos lingüísticos y poéticos y el uso de los símbolos. Pero es más amante del silencio: «la música callada, la soledad sonora«.

Antes de escribir, estaban para él la vida en comunidad, los trabajos manuales de construcción y limpieza, la dirección espiritual de varias carmelitas. No por obediencia, sino por vocación, antepone San Juan de la Cruz la vida cotidiana, y la formación espiritual de personas iletradas a la terminación de tratados de valor universal.

Notamos en sus obras que su autor nos habla directamente, con una sorprendente y extraña modernidad,  fruto de una inteligencia privilegiada, una sensibilidad extraordinaria, una autenticidad personal sin fisuras y sobre todo, la experiencia en la profundidad de su espíritu, de un encuentro místico transformador.

Las estrofas de sus poesías son una invitación individual a asomarse a la experiencia de Dios, desde la soledad, desde la belleza de la naturaleza. Las explicaciones en prosa, ayudan algo a entender su fuerza, pero la inteligencia no puede abarcar el impulso emocional de las canciones poéticas.

Apasionado por la belleza como atributo de la Divinidad, que trata de reflejar en forma y contenido en sus escritos, san Juan de la Cruz funde una sólida base bíblica con la tradición occidental, de trasfondo clásico, con un poco de lírica popular pastoril, todo ello con un cierto aroma oriental, lo que confiere a sus poemas una personalidad única, que despierta interés en culturas de todo el mundo.

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